martes, 22 de agosto de 2023

Lectura Ecofeminista de la Biblia

 Lectura Ecofeminista del texto bíblico Apocalipsis 12, 1-6

María Gabriela Merayo

1 Apareció en el cielo un signo sorprendente: una Mujer* vestida de sol, con la luna bajo sus pies y tocada con una corona de doce estrellas. 2 Está encinta, y grita por los dolores del parto, por el sufrimiento de dar a luz. 3 Apareció después otro signo en el cielo: un gran Dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, que llevaba sobre sus cabezas siete diademas*. 4 Barrió con su cola la tercera parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra*. El Dragón se detuvo delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo en cuanto naciera. 5 La Mujer dio a luz un Hijo varón*, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo fue arrebatado y llevado hasta Dios y su trono*. 6 La Mujer huyó al desierto*, donde tiene un lugar preparado por Dios para ser allí alimentada mil doscientos sesenta días.[1] 

En el texto del libro del Apocalipsis 12 versículos del 1 al 6 encontramos a una mujer embarazada a punto de dar a luz y gimiendo por los dolores de parto. Esta mujer no está sola sino acompañada o sostenida por el cosmos. Se nos cuenta que está coronada de estrellas, apoyada sobre la luna y vestida de sol. Inmediatamente, después de esta presentación se nos relata que un dragón con 7 cuernos y 10 cabezas persigue a esta mujer y quiere devorar al fruto de su vientre. Sin embargo, Dios guarda tanto a la mujer como al niño. Veamos brevemente algunos símbolos que aquí aparecen y su relación.

Mucho se ha dicho ya de la mujer que representa a la Iglesia perseguida en tiempos del emperador Domiciano (finales del siglo I). Algunos autores afirman también que la imagen de María posiblemente había crecido considerablemente a finales de siglo y por eso, ella representa a las comunidades cristianas perseguidas por el Imperio Romano. Sin embargo, nos toca mirar como es presentada: coronada de estrellas, sostenida por la luna y vestida de sol. Los astros del cielo la sostienen, la visten y la coronan. Mientras un pueblo es perseguido por otro pueblo, la naturaleza acude para dar luz y sostén al que es perseguido. El libro del Apocalipsis como una verdadera liturgia coloca a la naturaleza apoyando, sosteniendo, iluminando el camino de las personas pobres, perseguidas injustamente, vulnerables. Toda la creación está a favor de los humildes y los sencillos. Primero será el cielo y luego el suelo, el desierto que esconderán a esta mujer de las garras del dragón. La creación desgarrada y sometida por el hombre, acoge y brinda apoyo al mismo hombre. La creación que sabe de dolores de parto por la transgresión a sus propias leyes naturales puede entender los dolores de una mujer que está a punto de dar a luz. La muerte y la vida separadas por un hilo fino que pone en contraste el grito de dolor con el de felicidad.

Este dragón que simboliza al Imperio Romano persigue a esta iglesia de los inicios que se gesta en el amor y el dolor constante de las persecuciones. La desproporción entre un dragón con siete cabezas y diez cuernos y una mujer embarazada es abismal como lo era el enfrentamiento entre soldados romanos y personas comunes que intentaban vivir su fe en medio de sometimientos políticos y religiosos. Se nos relata que el dragón se detiene delante de la mujer para devorar a su hijo. En la interpretación clásica el imperio romano quiere terminar con el fruto de esta comunidad, con sus predicaciones, con la extensión de su “ideología”. En una nueva interpretación podemos decir que el capitalismo patriarcal es el dragón que destruye todo a su paso, porque no soporta la nueva vida que surge fruto de relaciones armónicas entre personas y naturaleza, sino que quiere el desmembramiento y la explotación de ambas. El capitalismo y el patriarcado dividen para poder reinar. Para estos todo se torna mercancía, todo es lucro, todo es ganancia: mujeres, niños, naturaleza.

Sin embargo, Dios cuida tanto de ese fruto como de ese pueblo y lo conduce al desierto para protegerlo por siempre. El desierto aparece en la Biblia como lugar de luchas tanto internas como externas, lugar donde Dios conduce a su gente para hablarle al corazón, como a los profetas, pero también para prepararla para una gran misión como a su propio hijo Jesús.

Conclusiones

Esta mujer que representa a todo el pueblo, a toda la comunidad, también representa a toda la creación. La creación en comunión: varones, mujeres y naturaleza, todos creados para la vida, creados para la comunión y viviendo en armonía. Es la naturaleza la que sostiene, la que viste y la que ordena cada cosa en su lugar. Los astros dividen, ordenan el día y la noche y con ello, las actividades de cada comunidad. No son los humanos los reyes de la creación, sin naturaleza no existiría nada, no habría vida. La vida al hombre le viene del cosmos y no al revés.

El dragón, que hoy podemos llamar capitalismo patriarcal, no disfruta de la armonía, no desea relaciones interdependientes entre personas y cosmos y por eso persigue, destruye y más adelante vomita su río de ira para enterrar la vida. El capitalismo mata para su propio beneficio, para su consumo desmedido, se siente el rey, pero no siempre consigue lo que quiere. Aunque se pare delante de una mujer embarazada, dolorosa y esperanzada para imponer temor y poder, muchas veces no llega a su cometido.

Cuando las comunidades senti-pensantes compuestas por varones, mujeres, niños y niñas, ancianos y ancianas caminan de la mano hacia un mismo fin fortalecidos por su fe, coraje, trabajo, constancia y valentía consiguen frenar al dragón, por lo menos, por un tiempo. Cuando se entrelazan los brazos para el cuidado mutuo, para las relaciones simétricas y horizontales, para las danzas en ronda, para los juegos, para la oración esperanzada nada es imposible. Cuando muchas intenciones se comprometen en el cuidado de las generaciones presentes y futuras, en vínculos de solidaridad, fraternidad y sororidad, en el ejercicio de una economía y bienestar social sostenible, en el cuidado del medio ambiente, mucho se puede lograr.

Las personas y la naturaleza pueden vivir en armonía. Los dragones siempre existirán, pero la fuerza de la unidad cósmica también.

Precisamos volver al Edén, a caminar serenos y libres, en una total armonía entre nosotros, con una naturaleza que sostiene, alimenta y cobija. Cuidados mutuamente y mimados por la sabiduría de Dios que nos creó para la vida y la comunión.



[1] Biblia de Jerusalén, Desclée de Brouwer, edición online.

miércoles, 28 de junio de 2023

Decálogo del Ecumenismo y Diálogo Interreligioso

Te comparto este decálogo que escribí, es una utopía, sí, porque las utopías son las que nos ayudan a caminar hacia la meta propuesta. Te invito a que caminemos hacia la unidad.


“Que todas/os sean una/o; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, 

que también ellas/os sean una/o en nosotros; 

para que el mundo crea que tú me enviaste.”  Jn 17, 21


1. Amarás a tu prójimo -sea del credo que fuera- e intentarás descubrir en él algo de Dios.

2. Aceptarás a las personas de otros credos como te gustaría ser aceptada a ti.

3. Verás la diversidad como un don de Dios y desde ahí intentarás vivir la comunión.

4. Respetarás a toda persona como hijo e hija del único Dios.

5. Buscarás lo que hay en común para compartir las búsquedas y los deseos más profundos.

6. Verás las diferencias entre las creencias como las distintas manifestaciones 

    de un mismo Dios que sale al encuentro de todas las personas.

7. En unión con otras creencias lucharás por la justicia y la vida digna de todas las personas.

8. Orarás por la unidad de los creyentes sin descanso.

9. Escucharás a tu hermana/o profundamente sin prejuicios, ni preconceptos.

10. Hospedarás a tu hermana/o en ti.


miércoles, 8 de marzo de 2023

Somos barro, somos vasijas y somos alfareras...

    Somos seres en construcción, nos va narrando la palabra de nuestros primeros/as cuidadores/as, nos va construyendo y a esas palabras se suman otras después, las del entorno familiar, las de la escuela, las de la iglesia, las de la cultura. Palabras que nos dicen qué somos y cómo somos, que se nos van grabando de a poco, pero fijamente, que nos moldean como el alfarero o la alfarera hace con el barro.

    Con el tiempo vamos intentando decir más de nosotras mismas y menos de lo esperado por otras personas, vamos creando nueva vida para nosotras y para lo que nos rodea, pero ya no desde la mirada exterior que nos posee sino desde nuestra propia mirada. A medida que vamos madurando intentamos ser las artífices de nuestra propia vida y elegir así la vasija que queremos ser y lo que queremos realmente contener.

    Sin embargo, no podemos ser ilusas, seguimos conectadas con todas esas palabras que escuchamos desde chicas, siguen pasando por nuestro cuerpo, siguen estando ahí. Necesitamos años de continua conversión para tenernos en nuestras propias manos y crearnos con nuestras propias palabras y para esto precisamos también de otras mujeres que hayan vivido o estén viviendo los mismos procesos. No podemos solas. Así como muchas mujeres querrán volver a amasar tu greda para hacer con ella la vasija ‘correcta’, habrá también muchas otras que te acompañarán en el camino que quieras recorrer para elegir libremente quien quieres ser.

    Que cada 8M vuelvas a elegir tu libertad y autenticidad y te comprometas a acompañar sororalmente a cada mujer que quiera modelar su barro.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

Compartir la Palabra y la Vida

Comparto algo de lo que vivo cuando me encuentro con otros y otras 

a compartir la Vida y la Palabra


Mientras leemos la Palabra

miro tus ojos asombrados o entrecerrados,

tus manos temblorosas o tus puños cerrados,

tu cuerpo tieso o inquieto, todo él temblando.

 

En el momento del compartir

escucho tus quejas y gemidos,

tus dolores y esperanzas,

tu fe compartida y tu agonía.

 

Vuelvo a recorrer tu cuerpo

cuando descubres tu vida ante los demás,

te abrazo con mi mirada esperando alcanzarte

mostrándote algo del gran amor de tu Padre y Madre.

 

Mis oídos captan tu triste melodía,

mi mirada intenta besar tus heridas,

mi boca intenta balbucear compañía.

Jesucristo recibe nuestras lágrimas y sonrisas

y las transforma en Vida.

 

Entramos pesados, nos vamos flotando,

renovamos nuestra fe y nuestra alegría,

consolidamos la comunidad

y compartimos el día a día.

domingo, 31 de julio de 2022

La Mujer Cananea

Como mujeres necesitamos releer los textos bíblicos críticamente para anunciar sin titubeos la dignidad de todas las personas. En el texto de Mt. 15, 21-28 se pone en discusión el destino de la salvación. ¿Jesús vino sólo para los judíos o lo merecen también los extranjeros? En la perícopa aparece la cuestión étnica, pero también la de género. Vayamos al texto:

“Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. Él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.”

Una mujer extranjera, cananea, camina y grita detrás de Jesús y sus discípulos, demostrando su desesperación por el padecimiento de su hija. No le importa lo que la gente piense, busca una ayuda y sabe dónde hallarla. Su grito es también anuncio, ella proclama que Jesús es Señor e Hijo de David. Esta mujer extranjera reconoce en Jesús al Mesías prometido. Sin embargo, a pesar de la desesperación, a pesar del anuncio mesiánico y de clamar por misericordia, Jesús se mantiene en silencio. ¿Qué le sucede a Jesús? ¿Es demasiado varón o judío de su tiempo? ¿Está probando la fe de la mujer? ¿Disfruta sentirse importante? ¿Se asombra con que una extranjera lo proclame Mesías? ¿Por qué no reacciona? Tal es la indiferencia de Jesús, que sus discípulos se acercan para pedirle que la atienda y la despida.  A ellos, varones, Jesús sí les responde, aunque sea una negativa, “no fui enviado sino a las ovejas perdidas de Israel”.

La mujer viendo que Jesús sigue su camino, acelera el paso, se arrodilla ante él, se humilla y con su humillación consigue una palabra de este varón, aunque sea ofensiva, “No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos”. Los judíos llamaban despectivamente cachorros o perros a los paganos, que lejos de ser las mascotas amadas de hoy, eran vagabundos y comían las sobras de comidas que nadie les daba. La mujer, lejos de ofenderse o retirarse, confirma las palabras de Jesús y agrega, “aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”.

Esta mujer decidida e incansable consigue un milagro para su hija gracias a su fe, Jesús no hace nada más que reconocer la gran fe que posee, “grande es tu fe; hágase contigo como quieres”. El milagro brota aquí de la insistencia de una madre dispuesta a todo por la salvación de su hija.

Es bastante extraño leer este texto siendo mujer sin que nos quede una sensación amarga hacia este Maestro demasiado hijo de su tiempo. Mientras tanto, de la mujer protagonista y anónima nos quedan muchas enseñanzas. No se importa por las diferencias que la separan de Jesús y los suyos. Traspasa esas barreras y lo intenta. Rompe con los decoros de la época y grita en público su angustia de madre. Anuncia su fe a viva voz aun sabiendo que no es bienvenida por ser mujer y extranjera. Reconoce a Jesús como Mesías, a pesar de que éste le responde con silencio y agresión. En vez de responder al insulto con otro insulto, lo resignifica para su conveniencia. Termina obteniendo un milagro, porque es capaz de superar todos los obstáculos por ella conocidos: étnicos, sociales, religiosos y de género.

La mujer cananea lucha por su hija, más vulnerable que ella, por ser mujer y niña. Que esta mujer, anónima como su hija, nos enseñe a luchar por nuestros propios derechos y los de nuestras madres, abuelas, hermanas, hijas, nietas, sobrinas y amigas.


miércoles, 7 de julio de 2021

Buenas Samaritanas

Sólo quien se detiene a mirar la realidad del otro/a, quién llega cerca del dolor ajeno es capaz de ponerse en su lugar y hacer carne propia aquella cruz. Sólo quién está dispuesta a mirar el abismo y a dejarse mirar por él es quién puede actuar como samaritana de aquel prójimo/a que necesita de nosotras.                    

Foto de Flor creado por jcomp
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Cuando nos enteramos de que un padre biológico es capaz de violar a su propia hija sabemos que la justicia es la respuesta, pero cuando nos enteramos que la justicia después de años de silencio decide que la condena será donar unos pocos litros de leche a una organización benéfica y continuar viendo a su hija, entendemos que la sororidad y el affidamento son el único camino a transitar, el sostenernos las unas a las otras y el buscar justicias alimentadas en los derechos humanos, la justicia de género, la equidad e igualdad.

Si no te pasa nada al escuchar esta noticia, tal vez estás como el levita o el sacerdote, atravesada por la ley y el moralismo, pasando lejos de los cuerpos heridos que pueden manchar, dejar marcas, que pueden ‘alejar’ de lo sagrado o retrasar las tareas cotidianas.

En el texto bíblico la persona que sí tuvo tiempo para detenerse y ayudar fue la única de la cual no se esperaba nada, una extranjera, impura, que aparentemente no tenía nada para dar, ésta fue la que se hizo tiempo, la que se hizo prójimo-próxima, la que decidió demorarse en el camino para curar las heridas de una persona.

La tan clamada justicia muchas veces parece estar en mano de levitas y sacerdotes que no tienen tiempo para detenerse a contemplar las vulnerabilidades, las verdaderas necesidades, los derechos violentados. Hay que seguir denunciando que esto no es justicia, ni mucho menos imparcialidad, quien no es capaz de mirar y escuchar con atención a la víctima nunca será capaz de hacer justicia por ella.

En una sociedad injusta y selectiva somos llamadas a vivir como samaritanas, compartiendo el dolor, ayudando a cargar las cruces que nos atraviesan y caminando juntas mirando hacia adelante en la búsqueda incesante de una comunidad más justa y una vida más libre y más plena.


Escrito basado en la indignación de la noticia de que tras violar a su hija obtuvo como condena "donar leche" y en la parábola de Lucas 10, 25-37. La noticia apareció primero en el diario sur.


domingo, 6 de junio de 2021

La centralidad de Jesucristo

Jesús es la imagen de un Dios que nos ama desde siempre, y que quiso vivir entre nosotros hasta el final, sin embargo, nos encontramos con cristianos que predican mensajes que ciegan, paralizan y someten en nombre de este Dios. Intento responder al por qué de esta cuestión con este corto texto pensado y escrito pastoralmente para alcanzar a todas las personas de buena voluntad que deseen profundizar su fe y vivir en libertad su vida de hijos e hijas de Dios.

La Biblia es una, las corrientes en ella son múltiples

La Biblia tiene 66 libros o 73 si incluimos los libros deuterocanónicos.[1] En estos textos escritos con diferencias de siglos hay muchas corrientes distintas cada una con sus intenciones y su propia mirada, por ejemplo, en el Antiguo Testamento encontramos cuatro tradiciones bíblicas cada una con sus características: la yavista, eloista, deuteronomista y sacerdotal. Mientras que en el Nuevo Testamento hay variedad de eclesiologías y teologías según el autor que redacta, el tiempo en que escribe y la comunidad a la cual dirige su mensaje.

Los primeros indicios que sacamos de esto es que si hay distintas tradiciones o corrientes escribiendo o reescribiendo las mismas historias es que había distintas miradas sobre los mismos acontecimientos sino no se repetirían los temas o la vida de algunos personajes.

La segunda conclusión es que si había distintas miradas sobre los mismos temas y todas ellas quedaron plasmadas en lo que llamamos el canon del libro sagrado esto significa que se aceptaban diferentes interpretaciones sobre un mismo hecho histórico o teológico, sobre una misma experiencia.

La variedad de miradas sobre una misma experiencia religiosa es natural, porque la experiencia religiosa se apoya en el molde antropológico, en la unicidad de cada persona, así de original es también cada experiencia religiosa.

Las enseñanzas bíblicas muchas veces son contradictorias

  •  ¿Debemos amar a los niños y niñas o matarlos?

“Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos” (Mt 19, 14) o “Dichoso el que tomare y estrellare tus niños contra la peña.” (Sal 137, 9)

  •   ¿Varones y mujeres somos iguales en dignidad o la mujer es inferior al varón?

“Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. […] Y Dios creó al ser humano a su imagen; los creó a imagen de Dios, varón y mujer los creó.” (Gn 1, 26-27) / “…Ya no hay varón ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús” (Gal 3, 28) o “Esposas sométanse a sus esposos como conviene al Señor” (Col 3, 18)

  •  ¿Las hijas son una bendición o sirven para proteger a un extraño?

“Los hijos son un regalo del Señor; los frutos del vientre son nuestra recompensa” Sal (127, 3) o “Tengo dos hijas que todavía son vírgenes; voy a traérselas para que hagan con ellas lo que les plazca, pero a estos hombres no les hagan nada, pues han venido a hospedarse bajo mi techo.” (Gn 19, 8).

  • ¿Las enfermedades son castigo de Dios o llegan también a los justos?

“Después de esto, el Señor hirió a Jorán con una enfermedad incurable en las entrañas. Pasaron los días y, al cabo de dos años, murió en medio de una terrible agonía, pues por causa de su enfermedad se le salieron los intestinos.” (2 Cr 21, 18-19a) o “En la región de Uz había un hombre recto e intachable, que temía a Dios y vivía apartado del mal. Este hombre se llamaba Job.” (Job 1,1). El libro de Job muestra a un hombre justo y temeroso de Dios que lo pierde todo hasta su salud.

  • ¿Dios aborrece al pecador o lo perdona?

“Los perversos no pueden presentarse ante ti, pues aborreces a todos los malhechores. Tú, Señor, destruyes a los mentirosos, y rechazas a los asesinos y mentirosos.” (Sal 5, 5-6) o “Jesús les contestó: —No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos. Y yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.” Mc 2, 17

La lista de preguntas podría seguir porque hay infinidad de enseñanzas que se contradicen en los textos bíblicos. Es decir, en 73 libros escritos en diferentes siglos y tiempos histórico-culturales-religiosos distintos no podemos pretender que haya unicidad en todos los mensajes, es obvio que no la hay. Hay textos que se apoyan y se nutren mutuamente y otros que se oponen. ¿Qué textos elegimos entonces? ¿Cómo los elegimos? ¿Cada persona debe elegir los textos que le conviene a ella?

 Bom Pastor-Claudio Pastro
Nuestra brújula es Jesús 

Porque somos o intentamos ser seguidores y seguidoras de Jesucristo nos llamamos “cristianos/as”. La vida de Jesucristo, sus dichos y hechos y su mandamiento principal deben ser nuestro norte, nuestra brújula. La única manera de seguir los pasos de Jesucristo es mirarlo a Él. Y la vida de Jesús está plasmada en la Biblia en cuatro evangelios o buenas noticias, la de Marcos, Mateo, Lucas y Juan.

Cuando los escribas de la ley intentan poner a prueba a Jesús preguntándole cuál es el mandamiento principal, en una época en que los diez mandamientos se habían ramificado en 613 preceptos, Él responde: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente”. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22, 37-39). De esos 613 mandamientos Jesús elige los que hablan acerca del amor: a Dios, a los otros, y a nosotros mismos. Y es importante tener en cuenta que en griego el verbo amor puede decirse de cuatro modos, tres modos contienen la afectividad: el amor a la pareja (erao) el amor a la familia o parientes (stergo) y el amor a los amigos/as (fileo), pero hay un verbo, que es el que se está usando aquí (agapao) que va más allá porque se refiere a la búsqueda del bienestar del otro, de la otra antes que el propio bien. Este verbo incluye el hacer el bien a todas las personas entregando todo de sí, es el mayor amor. Pablo lo describirá muy bien en el capítulo 13 de su primera carta a los Corintios: "El amor (agape) es paciente y bondadoso; no es envidioso ni jactancioso, no se envanece; no hace nada impropio; no es egoísta ni se irrita; no es rencoroso; no se alegra de la injusticia, sino que se une a la alegría de la verdad." Es el amor de Jesús que ofrece su propia vida, no ofrece algo, sino que se ofrece a sí mismo. Jesús nos propone que hagamos el bien siempre, nos llama a trascender de nosotros/as mismos/as y nos invita a hacernos prójimos, cercanos/as de aquellas personas que nos necesitan, nos enseña a sostener nuestras relaciones con la caridad y a ofrendar nuestra propia vida en una entrega continua hecha por amor, con amor, en el amor.


Resumiendo

Es importante que sepamos que cada vez que elegimos un texto bíblico para predicar o enseñar, las personas, no el Señor, estamos eligiendo qué transmitir y esa elección la hacemos desde nuestros propios paradigmas, conformados por lo que nos han transmitido de Dios, nuestra propia experiencia humana, social y religiosa y la imagen de Dios que fuimos construyendo con todo ese bagaje recibido.

Es necesario saber que la Biblia contiene la Palabra de Dios pero que esa Palabra está puesta en palabras humanas, en experiencias diversas de algunas personas que fueron generalizadas como buenas para muchas y que, además fueron transmitidas con las limitaciones y riquezas de la palabra humana y de los condicionamientos culturales e históricos de la época.

Para la persona cristiana la vida, las obras y las enseñanzas de Jesucristo son vinculantes a su fe. Los textos bíblicos no pueden tener el mismo valor. Cada texto debe ser atravesado por el principio del amor dejado por Jesús, un amor efectivo que da de comer al que no tiene, abre los ojos a los que no ven, enseña a caminar en libertad, libera de las cadenas del pecado y la opresión… Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Jn 10, 10) No dejes que te quiten la vida en nombre de Dios.



[1] Los deuterocanónicos son siete libros o partes de libros bíblicos que pertenecen por su tiempo y teología al antiguo testamente pero que fueron escritos en griego (cuando el resto de los libros del primer testamento fueron escritos en hebreo) y que, fueron introducidos últimos al canon bíblico. A pesar de ser el hebreo para el Antiguo o Primer Testamento y el griego para el Nuevo o segundo testamento, las lenguas originales de los textos bíblicos, la traducción de la Biblia usada en la edad media era la traducción de los LXX enteramente traducida al latín que incluía los deuterocanónicos. Cuando Lutero después de la reforma (1517) toma la Biblia para traducirla en su lengua vernácula va a los textos originales: hebreo y griego. Por eso, es que en las biblias evangélicas que siguen la tradición de Lutero los textos deuterocanónicos no aparecen o son incluidos al final del Antiguo testamento.